lunes, 6 de agosto de 2007

Vive y deja vivir...

“Nací un día soleado de primavera. Crecí junto a mi familia en el interior de un árbol al que llame casa en el bosque, mi hogar. Durante el día dormia junto a ellos y me deslizaba en la oscuridad. Tenía todo lo necesario para ser feliz.
Fui creciendo rápidamente aunque a mi alrededor todo parecía mantenerse quieto. El tiempo pasaba, pero cada flor, cada rama, cada piedra, cada color, se mantenían en su lugar, sin moverse. Era como si cada una de las estaciones fuera exactamente igual a la anterior. Nada nos molestaba y vivíamos en paz.
Pero esta no duró mucho. Tras una larga noche nos fuimos a dormir y de repente el suelo comenzó a temblar. Salimos rápido. Lo suficiente para evitar que nuestra casa se precipitase sobre nosotros. Un gran animal muy ruidoso la había hechado abajo. No era el único ser que estaba destrozando mi hogar. Habían muchos otros y cada uno contribuía de una forma en la misión de acabar con el bosque. Tuvimos que huir. Nuestra casa, nuestro hogar... había desaparecido. No teníamos donde ir.
Pasamos varias estaciones malviviendo entre arbustos y los pocos árboles que habían sobrevivido. Eramos muchos, demasiados para la escasa comida de que disponiamos. Muchos murieron, pero yo conseguí sobrevivir.
Construyeron nuevos hogares para otros seres. Al menos ahora teníamos comida. La encontramos una noche en una gran caja. Los seres que allí vivían dejaban allí todo tipo de alimento, al parecer, ellos no los necesitaban. Echábamos de menos muchas cosas, pero al menos podíamos sobrevivir. Un día, cuando iba a buscar comida vi dos luces que se acercaban. No sabía lo que eran. Me quedé quieta. Sentí un golpe...”

Cada año 17 millones de hectáreas son deforestadas con la consecuente desaparición de los animales que allí viven. Se estima que desde el siglo XVII se han extinguido unas 600 especies, muchas de ellas sin que el hombre llegara a descubrirlas. Cerca de las tres cuartas partes de estas extinciones se han producido como consecuencia de la colonización de islas. Actualmente, unas 6000 especies se consideran en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat. Animales como los pumas o las panteras están sometidos a una caza excesiva y a la falta de un lugar condicionado a sus necesidades. Otros como la ballena gris están en peligro por la caza excesiva y la contaminación de los mares.

Vive y deja vivir...

Mapache desesperada

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